Por Sergio Reyes II.
El año 2009 se constituyó en la plataforma de lanzamiento al ruedo musical de un proyecto artístico que combina en sí mismo un profundo componente popular, en el que se unifican las raíces culturales del pueblo dominicano y los valiosos aportes de los pioneros de diferentes géneros y variantes musicales, expuesto, todo ello, en un novedoso estilo en el que confluyen profundos planteamientos sociológicos y existenciales, plasmados en una fraseología que podría parecer irreverente pero que no es más que el auténtico sentir de un pueblo que se expresa a gritos, sin tapujos ni mojigaterías.
Rita Indiana es la suma de la cultura dominicana del presente con auténticas raíces de nuestro pasado histórico; y armada de todo ese andamiaje se ha lanzado al ruedo sin la más leve pizca de rubor y sin ‘coger corte’ de nadie!; Ha cosechado los frutos y las experiencias de una valiosa generación de artistas del género popular dominicano, desde Guandulito hasta el inmenso Juan Luis Guerra. Abrevó en los electrificantes y voluptuosos merengues de Johnny Ventura y Wilfrido Vargas, pasando por el Mayimbe Villalona, la Kentomanía y demás descollantes expositores de los 80’s y décadas siguientes, con un dejo de la picardía y arrolladora presencia de la Vieja Fefa, hasta arribar a la impactante y controversial etapa del ‘merengue de calle’ y el ‘Mambo violento’ de la actualidad, de cuyos más prominentes expositores se declara furibunda seguidora.
Y de paso, le mete mano, con soltura y sin mucho apuro, al contagioso ritmo de Los Pepes!!
Todo ello, claro está, dejando entrever en los géneros musicales que ejecuta, los tópicos enfocados y la estructuración lírica con que hilvana sus temas, el profundo orgullo que siente por las raíces folklóricas de nuestro pueblo, sus ancestrales creencias mágico-religiosas y con una exposición valiente y sin mediatintas de la visión que posee sobre la problemática social por la que atraviesa el país y el mundo.
La basamenta cultural que impulsa a la larguirucha Indiana en sus afanes musicales dista mucho de la improvisación: su historial registra una sólida y rigurosa formación académica, con publicaciones y textos inéditos de exquisito nivel literario; Incursionó en el mundo de la moda –y el modelaje-, así como en la producción de anuncios y audiovisuales, dirigidos a los medios de comunicación de masas; y su paso por diversos escenarios y su convivencia con personas y culturas en diferentes ámbitos y países en los que hubo de residir coyunturalmente le permitieron ensanchar los horizontes y el entendimiento en forma más liberal y humanista que lo que permiten los limitados alcances de la insularidad.
De tal suerte, la Rita Indiana ha llegado de vuelta al lar nativo cargada de proyectos, metas e iniciativas innovadoras y una profunda convicción de lo que persigue en el complejo mundo de la música. Sin robar espacios a nadie, sin transigir con sus ideas, su forma de ser y de conducirse.
Exponiendo con valentía y autosuficiencia su arte, sin falsas poses, sin hacer concesiones y sin andar buscando ‘padrinos’ ni mucho menos caerle graciosa a nadie, esta versátil y corajuda artista se ha aposentado del escenario musical dominicano, ha lanzado el ancla y ha comenzado a labrarse su propio camino.
Sus canciones van de boca en boca en el pueblo, así como los video clips que respaldan la difusión de la mayoría de éstas; Y la valiente y vigorosa juventud dominicana, desprovista de complejos y actitudes discriminatorias, ha pasado a cerrar filas dentro de su cada vez más numeroso ejército de seguidores, entre los que se cuentan integrantes de todas las edades.
Los escenarios de mayor prestigio en la capital dominicana y en diversos puntos del país se han prestigiado con sus novedosas y coloridas presentaciones y, entre ellos, el que ha dado en llamarse el Palacio o la Catedral del Rock -en Dominicana- ya se ha anotado el mérito de sobrellenar sus salones a toda capacidad, en cada una de las delirantes presentaciones que allí ha tenido la Rita.
Apenas ha transcurrido un año desde el arribo de vuelta a nuestro país de esta espigada y excéntrica muchachita con la mochila cargada de proyectos e ilusiones y ya comienza a cosechar excelentes resultados. También a ella le llegó La Hora de Volvé, en esqueibol o Con la yola al revés, porque, a pesar de lo que digan o crean algunos pesimistas, ella también añoraba lo bueno (que) tá este país!!
Por estas cosas y otras que te expresaré después, Rita Indiana, aunque tardíamente, yo te doy la bienvenida a ésta, tu Patria, que también es la mía!!
Abril 25, 2010; 7:11 p.m. NYC
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