Por Enriquillo Frias Hereaux
El Día de los Padres después de un buen almuerzo con mi Papá, le pregunté que queria hacer en el transcurso de lo que quedaba de la tarde y la noche?, obtuve como respuesta que el quería ir a un colmadón a darse unos tragos conmigo, como añorando sus días bohemios cuando la ciudad capital crecía en forma horizontal y los jovenes capitalinos "tigueres ranquiaos" salían y se tiraban más de 2 kilometros a pie con un Brugal abajo del brazo.
Al llegar al colmadón de las zonas aledañas, vi como se saludaba mi padre con aquellos compañeros de la "Vieja Escuela", esos antiguos bohemios natos, parranderos por vocación, caballeros de armaduras ya oxidadas, pudiendo percatarme que en el lugar había parte de la juventud rebelde de su época, aquellos que fueron sindicalistas, llamados comunistas, dirigentes gremiales, juventud que tuvo sensibilidad social y compromiso patriótico, hoy estaban con nosotros en estrecho y mutuo contacto social. También habían algunos que otros profesionales destacados, otros que al parecer los años le pasaron sin que ellos lo supieran, otros más que parecian como si fueron congelados en el tiempo y los descongelaron ahora porque estaban "igualitos" como el "el primer guandul", unos vanagloriando sus logros, sus pertenencias, sus nuevas adquisiciones, su poder, otros tan solo sentían la alegría de la vellonera a un vólumen ensordecedor y la emisora Fuego 90 "la salsera".
El olor a la efervecencia de la Cebada de la Cerveza era inconfundible y proliferaba la alegría en el lugar, el cual como en todo colmadón dominicano se podía ver el siguiente escenario:
Aquel bebedor que contaba chistes y también el que bajo los efectos de la caña destilada de barrica bajo el nombre de Brugal, buscaba equilibrio para tirar los pasitos de salsa, bailando la "esencia del Guaguancó" de Johnny Pacheco y matar la liga de los salseros que estaban cerca.
Aquel otro bebedor fino que con un Juancito el Caminante (Johnny Walker) Negro encima de la mesa, daba cotorra a una "menorcita" que merodeaba por la zona dando "cambios de luces" con sus shorcitos "Hot Pants" queriendo convrtirse en la diva del lugar.
Aquel bebedor que sacaban su raquetica del bolsillo de la camisa para peinarse de vez en cuando, tambien un peine para cotejarse el bigote y estar "pepillito" para disimular que ya el alcohol empezaba a hacer sus efectos.
También ví aquel bebedor que privando en fino lleva su vasito de vidrio de su casa para darse sus tragos, pero lo que echa en el vasito es cerveza "Brahma" porque al parecer los números no le cuadraban mucho para comprar algo más.
Aquel bebedor lambón que le cojia un traguito a cada mesa pero igual estaba de contento o quizás más!! que todo los que se dieron cita allí.
Aquellos otros bebedores dando cátedra de política, de economía, de mujeres, los que pedían cigarrillos, el "Quesero" que nunca falta vendiendo su queso blanco, los que tenian 25 pesos de salami y jamón picao en la mesa con los palillitos, para hacer la zapata de la bebida, y otros tantos que al parecer las calamidades y el sufrimiento de la guerra del 65 y de la economía actual han dañado su sicología grandemente y solo estaban bebiendo sin ninguna alegría, claro no faltaban también los bebedores que como yo estaban mirando y observando todo como un radar para después estar recordando pendejadas.
Imaginé todas estas personas que en algún momento fueron la "juventud del mañana", como cada quien tomó rumbos y caminos diferentes y viven hoy su realidad. Pensé en eso de la Biogénesis y es que en verdad tengo mucho en los genes de mi padre, corren por mis venas muchas cosas similares, aquel lugar fue todo como una especie de simbiosis donde cada quien se transmitia algo y uno aprendía!! pero también reprobaba muchas cosas que veía. Imagino que el lunes el estupor de la resaca, el reguero de botellas vacías, el bolsillo palpitando como un corazón con el olor a Deuda y muchos de los que se dieron cita en aquel lugar amanecieron "jovenes de nuevo", mientras yo me tire sin paracaidas como un kamikaze en el vaso de Whisky amanecí con una resaca del carajo, me levanté y en mi mente se repetía como un eco la salsa de Richi Rey "quieeeero felicidad, yo quiero paz en mi tierra", cutu plam plam, cutu plá, cutuplá.
A Dios doy gracias por ser mi padre
Por tus reproches y por consejos
Por el bien que me enseñaste
De mi ser siempre cuidaste.
Por ser mi padre amado
Y enseñarme caridad.
Sentimientos nobles te cubren
No conoces la maldad.
Por ser hombre testarudo
aferrado a tu convicción.
Por mantener en alto tus ideales
sin perder la calma o la razón.
Porque siempre estás ahí
tendiéndome tu abrazo.
Por ser modelo en mi vida
Por siempre creer en mí.
Por todo esto Padre te aprecio
y a Dios de nuevo agradezco.
Por en mi vida tenerte a tí.
pa lante enrikito.. Aimet
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