19 dic 2010

LA LABOR SOCIAL DEL AUTENTICO PATRIARCA COMUNITARIO.-

Por Sergio Reyes II.

Una discreta aureola, que era, a la vez, una mezcla de respeto y devoción sin reservas, caracterizaba el trato existente entre los patriarcas de antaño y sus empleados, relacionados y/o conmilitones. Como era norma y en algunos aspectos aún se viene repitiendo, el Cacique, que para el caso es lo mismo, detenta la propiedad o administración de un negocio del comercio o cierto medio de producción de relativa importancia, lo que pone bajo su control los intereses y aspiraciones de aquellos que dependen económicamente del citado medio para poder subsistir. Ya sea una finca de explotación agrícola o ganadera o bien tenga bajo su control las riendas de alguna empresa del orden agro industrial (por ejemplo, un molino de arroz, un aserradero o alguna industria procesadora de frutos –café, cacao, etc.-), las relaciones primarias derivadas de este mecanismo de dependencia, en cierto modo mutua, genera, de continuo, un vínculo estrecho en el que, más que el simple trato Patrón-Jornalero, se deriva una monolítica relación en la que se conjugan lazos fraternos que, en algunos casos, bien pueden ser homologados con la relación patriarcal practicada en añejas civilizaciones.

La bonanza en sus negocios, la dicha de una buena cosecha y el desarrollo y reproducción en perfecta salud de las diversas crianzas repercute de manera directa en las expectativas de los jornaleros y demás asalariados enrolados en el proceso productivo, aspecto en el que, también, juegan un importante papel los negociantes de insumos y materia prima, así como los compradores del producto final, colocado a la venta en el mercado o en la plaza.

Concomitantemente con ello y sin que necesariamente constituya una constante para todos los casos, coexisten un sinnúmero de facetas de la vida diaria que caracterizan el ser social y fortalecen la imagen positiva del patriarca en su trato con los demás:

-Ese que además de garantizar trabajo casi permanente en sus predios, plantaciones o negocios, hace las veces de consejero, guía espiritual, curandero, padrino de bodas y de bautizos y además, asume, a su cuenta y riesgo, la crianza, formación y educación de algunos mozalbetes cuyos padres no están en capacidad material de ocuparse de ellos.

-Ese que ante la presencia de enfermedades, acaecimiento de algún hecho luctuoso producto del destino o la fatalidad y que afecte a alguno de sus asalariados, relacionados o, en fin, algún miembro de la comunidad, no duda en dar un paso al frente y disponer la ayuda económica o en especie que fuese necesaria –sin importar la cuantía-, para mitigar el dolor y menguar las necesidades de los deudos y/o familias a cargo, según el caso.

-Ese que en tiempos de actividades religiosas, fiestas patronales, celebraciones de carnaval y otros eventos sociales, contribuye con los gastos y no escatima esfuerzos en garantizar música, bebida y comida –al más alto nivel- a fin de que todos gocen y disfruten a sus anchas de los beneficios de aquello que, en mayor o menor medida ellos mismos han contribuido a acrecentar.

-Ese que aúpa al equipo deportivo de su localidad y contribuye con la construcción de instalaciones adecuadas, compra de útiles, uniformes y equipos para que sus componentes puedan lucir en el terreno de juego una presencia digna, o que, con la mira puesta en las espuelas del gladiador alado de su predilección, eleva el monto de sus apuestas, ‘enciende la pista’ en la gallera y anima a los demás a entrar al ruedo.

-Ese que da todo cuanto puede sin esperar nada a cambio, es un ser humano de carne y hueso; Como tú y como yo! Está presente en nuestras comunidades, en los campos, pueblos y ciudades de la Patria. No anda pregonando sus bondades, no busca salir en los noticieros ni figurear en las Páginas Sociales de los periódicos y sólo aspira a ocupar un discreto espacio en el corazón de su gente.

Cada pueblo tiene el suyo –o disfrutan del privilegio de contar con más de uno-; En ciertos casos, algunos circunscriben su filantropía y su acción social y comunitaria a su pueblo natal y comunidades vecinas. Hay otros que por la naturaleza en cierto modo mesiánica y espiritual de su labor ensanchan su radio de acción hacia todo el ámbito de la Nación y más allá, hasta donde alcancen los efectos de su bienhechora misión.

Nuestro pueblo está lleno de gente buena dedicada a servir a los demás, desinteresadamente. Es posible que al leer estas glosas, Usted, querido lector, vea reflejadas en las facetas de los personajes que evoco a alguien de su pueblo o de su región que haya hecho de la labor social un sacerdocio en beneficio de los demás.

Aunque también padecemos –y justo es decirlo- la presencia perniciosa de los de La Otra Especie: los que se lucran del trabajo ajeno, abusan de sus trabajadores, mancillan a sus familias, acuden a los cargos en busca de beneficio propio y se burlan de las ilusiones y esperanzas depositadas en ellos por las masas del pueblo que, en ocasiones, les confían la conducción de cargos y curules.

De esos especímenes no queremos hablar en esta ocasión. Esos son materia de estudio para el Tribunal de la Historia que, en su momento, les juzgará minuciosamente y les colocará en el lugar que les corresponda, a los fines de la memoria popular.

En estos días en que los vientos gélidos azotan las calles y caminos, se nos meten en el alma y nos llenan de nostalgia, prefiero evocar –y agradecer- a gente buena de mi provincia Dajabón, que calladamente trabaja en beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio: Solamente contar con el aprecio y reconocimiento de sus conciudadanos.

Gente como aquel que hace suyas las penurias de ancianos desvalidos, parturientas y escolares provenientes de hogares en necesidad y contribuye con su bondad y sus continuos aportes a hacer más llevadera y promisoria su existencia.

Gente que asume con gallardía y tesón la noble misión de orientar y conducir las demandas comunitarias, sembrar la Solidaridad y servir de Puente de armonía entre dos pueblos hermanos, exponiendo a diario su vida e integridad y granjeándose la malquerencia de algunas personas ruines, plagadas de prejuicios, de mente obtusa e irracional.

Gente que en acción extrema de reclamo y rebeldía ante la indolencia oficial frente a la problemática de su comunidad y su región se echó una cruz a cuestas y en un heroico peregrinar atravesó con ella el territorio nacional para denunciar ante el país y el mundo las penurias y calamidades que estaban afectando a su pueblo.

Gente, como el visionario que se adelantó a los tiempos y estableció en la frontera un centro educativo que ha sido modelo a imitar en cuanto a la enseñanza del manejo de las computadoras, el Internet y el amplio mundo digital y su intima relación con la adquisición de conocimientos en todos los órdenes gracias a las ventajas que ofrece la tecnología. La muestra palpable de los logros obtenidos a partir de la instalación de CIFRONSA, en Dajabón, está representada en los cientos de egresados en múltiples promociones y el evidente desarrollo que este vasto caudal de conocimientos le ha inyectado a la región fronteriza y la Línea Noroeste. Y una gran parte de éstos recibieron en su momento el beneficio de becas y subvenciones sufragadas por instituciones del Estado, entidades privadas o personas interesadas en contribuir con el desarrollo y formación de la juventud estudiosa.

Gente, también, que desde los lugares distantes en donde el destino ha conducido sus pasos mantiene siempre la mente puesta en su terruño y acorde a sus posibilidades contribuye en forma periódica con la ejecución de acciones de solidaridad que puedan mitigar las necesidades de los más desposeídos.

Hay muchas formas de acudir en apoyo a los necesitados. Tú también puedes ser un patriarca comunitario de los nuevos tiempos y con un poco de esfuerzo y una buena dosis de amor por los demás puedes emular a Nando, Regino, Miguel Ángel o al Peregrino -así como a otros más que hacen de la solidaridad un sacerdocio-, contribuyendo en esta navidad, a llevar la alegría al seno de una familia pobre de tu pueblo, tu terruño, tu región y tu País.

Ropa, comida, juguetes, medicamentos, útiles escolares, equipos y utensilios para uso de ancianos y minusválidos; Ayuda, en fin para los enfermos, desvalidos y necesitados, …
Y de esta manera, todos juntos podremos, en verdad, disfrutar de una FELIZ NAVIDAD.

QUE LA PAZ, EL AMOR Y LA COMPRENSION PREVALEZCAN EN MI PUEBLO!!

Diciembre 18, 2010.

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Una sola Palabra

BUCÓLICO

1. Adj. lit. Díc. del género de poesía o composición poética que canta la sencillez de la vida campestre. Teócrito es considerado su creador y Virgilio su máxima figura y modelo para los autores de la Edad Media.

2. adj.-s. idílico.