1 may 2011

ARLETTE FERNANDEZ: Más que una viuda, una Mujer de Acero!

Sergio Reyes II.



“ … su apellido era Fernández y su nombre Rafael;
el pueblo lo vio caer abrazado a la bandera.
Yo creo que es una estrella;
por eso brilla en el cielo de nuestra linda Quisqueya”.

Josián Espinal –Decimero-; Sabaneta.

La veo en mis recuerdos, en el ámbito de la Universidad Autónoma de Santo Domingo –UASD-, en afanosas diligencias en pro de la publicación del que habría de ser el primer escrito a su firma, dedicado a resaltar la memoria del más digno exponente del militar de formación avanzada y mentalidad progresista en la historia dominicana: su ilustre esposo, el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, caído a destiempo, a pocos días de iniciada la contienda bélica de Abril de 1965.

Y precisamente allí, recorriendo las callejas, pasillos y jardines del campus de la cuatricentenaria Casa de Estudios, tocando puertas y esperando en las antesalas de despachos de esa institución que al influjo de los aires liberales impulsados por la revolución pudo ver el nacimiento y puesta en práctica del Movimiento Renovador que habría de sacudir las obsoletas prácticas educativas que la mantenían atada al oscurantismo y dar un paso hacia el modernismo, acorde a los mejores intereses de la colectividad y abierta a todas las corrientes del pensamiento, en esa Academia, repito, en donde ya antes se había editado un folleto bajo los auspicios iniciales de la Federación de Estudiantes Dominicanos, con la finalidad de resaltar al Soldado Democrático, Alma Arlette Fernández, viuda Fernández Domínguez pudo ver cristalizados sus esfuerzos de contar con una herramienta más documentada, que le permitiese contar al mundo, en sus propias palabras, lo que significó para ella y su familia la entrega sin desmayo de su marido a la noble y decorosa tarea de defender los valores patrios y los principios consagrados en la Constitución de 1963.

Aquel primer ‘librito’, cuasi folleto, había sido editado con el impulso de la gestión estudiantil encabezada por Lorenzo Vargas –Lenchy- y su tirada se produjo en la Editora Universitaria. En la ocasión, el gremio se fijó la meta de luchar por la instauración del 19 de Mayo –fecha en que se produce la caída en combate del coronel Fernández Domínguez-, como Día del Soldado Democrático, en homenaje póstumo al insigne militar. Esta noble aspiración fue alcanzada, casi tres décadas después, mediante Ley del Congreso Nacional 154-08, promulgada por el Poder Ejecutivo el 22 de abril de 2008.

De su parte, la publicación elaborada por Arlette experimentó una rápida difusión, lo que motivó la producción de sucesivas reimpresiones así como nuevas ediciones enriquecidas con reveladores datos. La labor tesonera, consagrada y cuidadosa de esta infatigable mujer ha permitido que se haya incrementado la cantidad de fotografías, testimonios, referencias y anexos y con ello, hemos visto crecer el volumen de la obra, la calidad en la impresión de la misma y, de manera sumamente significativa, hemos visto crecer, día a día, el reconocimiento y veneración de la patria agradecida hacia el Soldado del Pueblo, que supo luchar con coraje y gallardía en defensa de los mejores intereses de la Nación y ofrendó su vida en aras de dicho ideal, un 19 de Mayo de 1965, -a pocos días de haber ingresado al país y de haber asumido su puesto en el frente de batalla- , mientras dirigía un arriesgado asalto a las instalaciones del Palacio Nacional, que se encontraba en ese momento bajo el control de un sector de traidores del ejército dominicano, aupado por las botas interventoras yanquis.


LA VIDA EN PRO DE UN LEGADO.
Las ansias juveniles, ardores, planes y proyectos en la vida de Arlette Fernández así como sus ilusiones de recién casada, tras haber unido su vida a la del pundonoroso militar que buscaba afanosamente hacer en la milicia una carrera limpia y honesta, dando pasos concretos en pro de lograr una diferenciación con el lúgubre pasado que había caracterizado al citado cuerpo, quedaron eclipsados, irremisiblemente.

El golpe de estado encabezado en 1963 por la rancia y conservadora cúpula militar, auspiciado por la ultra-reaccionaria oligarquía criolla y la complicidad del imperio yanqui echó por tierra las ilusiones de todo un pueblo, en busca de la reinstauración de la democracia y junto al desplome del gobierno democrático del Profesor Juan Bosch también rodaron las posibilidades de sosiego en la vida de los esposos Fernández.

A los días de destitución del cargo de Director de la Academia Militar Batalla de las Carreras, ojeriza, vigilancia extrema, exclusión en la toma de decisiones y otras medidas represivas aplicadas contra Fernández Domínguez precedió la intentona en la aplicación de medidas arteras, tales como la degradación y el posible traslado a una plaza en la frontera –lo que ponía en grave peligro su seguridad personal-, hasta que finalmente el gobierno de facto del Triunvirato decidió el envío al exterior en calidad de Agregado Militar –una sofisticada versión de exilio forzoso-, con todo lo cual se buscaba mantenerle apartado de sus oficiales leales, consignados en diferentes organismos del ejército dominicano y de manera especial en la Academia.

Envuelta en la intensa, decidida e inteligente –pero peligrosa- misión sediciosa alentada por su marido y un puñado de valiosos miembros de la oficialidad dominicana, en aras de la vuelta al poder del Presidente Bosch y la reinstauración de la progresista constitución que servía de norte a dicho gobierno, Arlette vio transcurrir los meses finales de 1963 y todo el año 1964. Al tiempo que Rafael se volcaba en incontables misivas revestidas de ferviente patriotismo, dirigidas al Teniente Coronel Miguel Hernando Ramírez y otros militares que mantenían vigente en suelo patrio la dirección del movimiento subversivo, en el pecho de la joven esposa iba aposentándose la admiración hacia su infatigable compañero, en quien nunca vio aflorar el desaliento ni el derrotismo.

La asonada revolucionaria de 1965, que unió al pueblo y sus organizaciones democráticas con los sectores más avanzados del ejército dominicano en pro de la vuelta a la constitucionalidad, así como la Guerra Patria provocada por la grosera intromisión yanqui en territorio nacional, a partir del 28 de Abril del citado año, constituyen hechos relevantes que marcaron al pueblo dominicano y repercutirán por siempre en su devenir y su historia.

-Allí perdió la vida una cantidad indeterminada de hombres y mujeres. Militares, combatientes, ancianos y niños, comprometidos o no con cualquiera de los bandos en pugna. Gente humilde del pueblo, que tan solo exigía su derecho a vivir en paz, con libertad y dignidad.

El Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez es el paradigma de ese soldado del pueblo y militar de la libertad que ofrendó su vida en aras de los más puros ideales de redención de su patria.

Probablemente no exista nadie en el mundo a quien haya afectado su muerte en mayor magnitud que a su viuda Arlette. Y a sus hijos, por supuesto!

Y haciendo conjunción de la palabra con los hechos esta tesonera y emprendedora mujer ha dedicado toda una vida para dar a conocer y resaltar, no tan solo los invaluables aportes hechos por su difunto esposo a la causa liberadora del pueblo dominicano, sino también los incontables sacrificios ejecutados por otros tantos pundonorosos militares y hombres del pueblo que le acompañaron en el proceso conspirativo, en el fragor de la contienda, los que le acompañaron y cayeron junto a él, en aquella fatídica tarde del asalto al Palacio Nacional, el 19 de Mayo de 1965 y, finalmente, los que recogieron del suelo los fusiles, las banderas y las proclamas y continuaron la lucha para mantener vigentes la dignidad y los principios.

Para honrar la memoria de esos héroes de Abril, cuyos nombres en su gran mayoría permanecen en el olvido, surgió la Fundación Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez. Mas que una exaltación individual de los indiscutibles méritos de su marido, Arlette ha dedicado los mejores años de su vida a dar a conocer los nombres y hechos de esos hombres –vivos o muertos- que acompañaron a Rafael Tomás hasta el estallido de la revuelta de Abril y los acontecimientos que se desencadenaron después.

Y ostentando las mismas dotes de nobleza y sinceridad que le han servido de estandarte en todos estos años en que ha mantenido, a veces sola, a veces acompañada de unos cuantos –pero siempre contando con el cariño y admiración del pueblo dominicano-, al llegar los reconocimientos, condecoraciones y homenajes por los muchos méritos acumulados en la patriótica labor desarrollada al frente de la Fundación, Arlette no se inmuta en declarar: -“Ellos, los oficiales que acompañaron a mi esposo, y no yo, son quienes merecen todo el reconocimiento del pueblo”-.
Hace unos días, tuve el placer de asistir a una importante actividad celebrada en los salones del Ayuntamiento de Sabaneta (Santiago Rodríguez), en donde se rindió homenaje a la gesta de abril y a la vida y obras del Coronel Fernández Domínguez, la cual se constituyó, a la vez, en un emotivo acto de recordación, tanto a los fallecidos en la gesta como a los sobrevivientes de ella.

La diminuta pero cálida presencia de aquella mujer, acompañada de una amplia delegación de veteranos ex oficiales del ejército, cadetes y miembros del aguerrido e intrépido cuerpo de ‘Hombres Rana’, todos ellos con un heroico historial de hazañas ejecutadas al fragor de la contienda de abril impregnaron el ambiente de aquella noche de aires de libertad.

Y en los rostros de la gente humilde de aquel pueblo de la Línea Noroeste y lugares cercanos que abarrotaba el amplio salón resaltaba el fervor patriótico y el agradecimiento eterno a aquellos que lucharon por el respeto a la constitucionalidad, hasta vencer o morir.

Por mujeres como Arlette Fernández, que ha dado a su pueblo a través de los años sobradas lecciones cívicas de verdadero coraje y heroísmo, que ha dedicado su vida a poner en alto los paradigmas de nuestro pueblo y mantiene su ejemplo latente en la mentalidad de las jóvenes generaciones, cada día me siento más orgulloso de ser llamado DOMINICANO!

sergioreyII@hotmail.com
Santo Domingo; Abril 29, 2011

1 comentario:

  1. Bueno, siempre he tenido gran respecto y admiración por personajes serios y patriticos que hayan luchado por su patria con mucho valor y perseverancia. Personajes sabios que se distinguen entres hombres y mujeres comunes y rutinarios/as. Personajes como el Teniente Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez solo aparecen en la historia humana con mucha escaséz. Dios bendiga a la Vda. Arlette Fernandez Dominguez y a sus hijos por el amor que han sentido por su patria y por cumplir con los deceos sagrados de su querido esposo y padre amoroso de sus hijos y su partia.

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BUCÓLICO

1. Adj. lit. Díc. del género de poesía o composición poética que canta la sencillez de la vida campestre. Teócrito es considerado su creador y Virgilio su máxima figura y modelo para los autores de la Edad Media.

2. adj.-s. idílico.