18 ene 2010

… Ese noble sentimiento que llamamos Solidaridad !!


Un poderoso movimiento con igual o mayor contundencia que el que asoló hace apenas unos días el territorio de Haití, comenzó a desencadenarse tan pronto se aplacaron las furibundas ondas del fenómeno telúrico y, con el paso de los días y sobreponiéndose al dolor y la desolación, la organización empieza a imponer su reinado para que esos miles de desdichados hermanos que sobrevivieron al desastre puedan recibir los auxilios médicos y alimentarios y el apoyo logístico que requieren con urgencia.
En todas partes del orbe ha empezado a materializarse la ayuda en una enaltecedora actitud de amor y confraternidad que llena a todos de satisfacción. Países grandes y poderosos han arrimado el hombro junto a los más débiles, y, cada cual dentro de sus posibilidades, ha dado el necesario paso al frente en apoyo al hermano pueblo haitiano que asume en el presente la más grave crisis social, económica e institucional de su historia, agravada por la destrucción masiva en la infraestructura física y arquitectónica de gran parte de sus principales ciudades.
Artistas, intelectuales, periodistas, empresarios, gobiernos e instituciones, junto a la gran masa de ciudadanos de todos los estamentos sociales, a través del mundo, han dicho presente en aras de contribuir a mitigar el dolor de toda una población que hoy se debate en la incertidumbre.
Y, por encima de todo, satisface comprobar que -a pesar de las voces destempladas y agoreras de algunos obcecados y enfermizos sembradores del odio y prohijadores de la discriminación- en nuestra amada República Dominicana ha prevalecido el sentimiento noble y solidario que inspiró a los creadores de la Nación y nos ha permitido crecer y desarrollarnos en armonía y equidad, ante los ojos de la Patria y el resto del mundo.
Ese sentimiento noble que ha permitido que aunemos esfuerzos mancomunadamente, en pro de la mejoría de los males que aquejan al hermano pueblo haitiano, se llama Solidaridad.
Gracias a ella, todo el pueblo se ha volcado a colaborar, en todas las formas posibles, en la labor de mitigar el hambre y el dolor que sacuden al vecino país.
En aras de esa solidaridad, hemos visto producirse manifestaciones sinceras de integración de parte de representantes de todas las banderías políticas, religiosas y gremiales, dando forma a equipos operativos que tienen como finalidad primordial el genuino deseo de ayudar a la reconstrucción de ese abatido hermano que hoy clama por nuestra ayuda.
Y haciendo acopio de sus relevantes dotes de gobernante, el Presidente Dominicano Dr. Leonel Fernández ha dispuesto todas las medidas extraordinarias que corresponden a la condición de vecino mas cercano, a fin de que todas las instituciones del Estado se pongan a disposición en las labores de ayuda, rescate, alimentación y reorganización que fueren necesarios, sin escatimar esfuerzos ni recursos. Esta actitud enaltece al dignatario dominicano y eleva su estatura humanista ante los ojos del mundo, de sus conciudadanos y de sus mas acérrimos opositores, algunos de los cuales ya han tenido que reconocer el valioso papel que viene jugando el estadista criollo -junto a importantes líderes de todo el mundo - en la coordinación de las labores de ayuda y la canalización del flujo por territorio dominicano de los cuantiosos volúmenes de alimentos, agua, medicamentos, asistencia medica y labores de socorro , entre otras facilidades prestadas.
Los ojos de la humanidad están atentos a la labor jugada por la clase gobernante de todos los países, en apoyo al destruido pueblo haitiano. En cada rincón del planeta las gentes de buen corazón materializan sus aportes en apoyo a los sobrevivientes y vierten una oración por el descanso de las almas de los fallecidos.
En esta hora de luto y dolor, unamos nuestras manos y levantemos nuestras voces en todos los confines del orbe por la recuperación de esa atribulada Nación.


Como el ave Fénix y con el auxilio de todos, Haití se levantará, más fuerte, de la hecatombe y la destrucción.
Bendita palabra, SOLIDARIDAD!!





Sergio Reyes II
sergioreyII@hotmail.com
01/17/2010; 11:30 p.m. NYC

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Una sola Palabra

BUCÓLICO

1. Adj. lit. Díc. del género de poesía o composición poética que canta la sencillez de la vida campestre. Teócrito es considerado su creador y Virgilio su máxima figura y modelo para los autores de la Edad Media.

2. adj.-s. idílico.