4 ene 2011

EN LAS MANOS DE FAUSTO CRUZ COBRAN VIDA LOS COLORES, ESENCIAS Y SABORES DE LA NATURALEZA.

Sergio Reyes II.

‘ … Te escribo a puño y sangre, ahora con la sangre de Cristo,
la que no miente, la misma que pinta las rojas cayenas,
aunque no salga de mis venas’. ( FCH ).

Tienen, algunas personas, la capacidad creativa de atrapar un instante de la vida, con el encanto y el colorido que ofrece la naturaleza y plasmar en el lienzo detalles sublimes, de profundo significado vivencial, que nos hacen remontar tiempos, distancias y edades y regresar, indefectiblemente, una vez más, a nuestras raíces.

Gente como ésta de la que hablo ahora cuentan con la habilidad de poner ante los azorados ojos de un impenitente husmeador de las redes digitales, como yo, todo el encanto y la magia de unos trazos inconfundibles de cayenas, con un impresionante manejo de tonalidades rojas, verdes y amarillas, que nos transportan a recuerdos imborrables, de experiencias infantiles, en el regazo de Vitalina, bajo el brillo enceguecedor del amplio patio sembrado de ‘Sangre de Cristo’ - como se les conoce, también -, junto a jazmines, lirios y rosas silvestres, entre otras.
La impaciente curiosidad por ver el retrato vivo de esta sencilla florecita de nuestros campos y conocer de cerca al virtuoso mago del pincel que ha convertido en ‘naturaleza viva’ a lo que los expertos llaman de otra manera me llevó a entrar en contacto con Fausto Cruz Hurtado, joven pintor dominicano que, para orgullo nuestro, es oriundo del terruño amado de Loma de Cabrera.

Nuevas coincidencias hube de descubrir tras aquel encuentro casual, junto al impacto causado en mi interior por aquellos atinados pincelazos en formato grande, en donde se destacan con precisión meridiana unos opulentos pétalos de color rojo-anaranjado, los sépalos de un verde intenso, como el conjunto de las hojas, y, en su interior, al final de un espigado filamento de múltiples y delicados estambres amarillos, infinidad de gránulos de polen coqueteando con la brisa imaginaria.

Sólo le faltó, a este acucioso observador de la naturaleza, darle vida a una hacendosa abeja, haciendo un vuelo rasante por encima de la flor y atrapando con sus peludas patitas el polvillo con el que luego habrá de fabricar la rica miel y, claro está, dejar caer algunas gotitas del centelleante y tembloroso rocío mañanero por encima de las hojas. Así tendríamos entonces, en nuestra casa, la maravilla de una flor de Sangre de Cristo, despampanante y viva, como las que cultivan en el campo para engalanar los jardines de las humildes casitas.

Pero esa ya es tarea del Creador De Todas Las Cosas quien a diario nos regala cayenas, lirios cala, magnolias, frutas tropicales y otras cosas más que Fausto seguirá tomando prestadas para plasmarlas en cuadros que nos alegren la existencia y engalanen las paredes de nuestros hogares, sitios públicos y oficinas.

Esas coincidencias de las que hablaba en principio las descubrí al revisar en mis archivos y remontarme a un lejano Enero de 1997, en el marco de las Fiestas Patronales dedicadas a la Virgen de Altagracia, en Loma de Cabrera, a donde asistí invitado por la Casa de la Cultura local a poner en circulación mi primer libro de cuentos, basado en vivencias y leyendas del folklore y la cultura dominantes en la frontera dominico-haitiana. Pues bien, a ese importante evento, que significó un espaldarazo para mis aspiraciones de convertirme en un escritor consagrado, también asistió Fausto Cruz Hurtado, siendo apenas un imberbe que aún no alcanzaba los 15 años de edad, a presentar, con aires de timidez y sueños de grandeza sus primeros balbuceos (o pincelazos?) en el mundo del arte.

De la mano de su mentor y guía, José Joaquín Belliard y formando parte de un nutrido grupo de valiosos pintores de la región, entre los que ya descollaba Dustin Muñoz, aquel espigado jovencito tuvo la osadía de asistir con varias obras a la Exposición Colectiva Unidos por el Arte, auspiciada por el Ayuntamiento local, en el marco de las citadas fiestas patronales.

Una intensa actividad creativa ha caracterizado los trabajos de Fausto Cruz en todos estos años, a partir de aquel bautizo de fuego con el mundo del arte. Sus obras han estado presentes en diferentes exposiciones, tanto individuales como colectivas, entre las que destacan renombrados espacios de apoyo y difusión al artista nuestro, como lo es el Centro de la Cultura y el Museo de la Fortaleza San Luis, en Santiago de los Caballeros, importante ciudad de la República Dominicana en donde el pintor ha establecido su domicilio y en donde amplía y fortalece sus estudios y formación artística y académica.

En esta ciudad de la región del Cibao, acudió a la Escuela de Bellas Artes (EBAS), en donde se graduó en Dibujo y Pintura, en el año 2003. Asimismo, sus obras han engalanado los salones de la Casa de la Cultura, de Loma de Cabrera y del Centro Universitario Regional de Santiago (CURSA- UASD), entidad académica en donde cursa en la actualidad la carrera de Diseño Gráfico.

Fausto Cruz es una joven promesa cuya proyección artística lo sitúa en un derrotero de importantes aportes a la plástica dominicana. Su incursión y manejo diestro de temas basados en flores, frutos de la campiña, bodegones, paisajes bucólicos y una inclinación al expresionismo con cierta tendencia al enfoque de tipo sicológico y social le colocan en la senda de convertirse dentro de poco en una firma codiciada por los conocedores del buen arte y los amantes de la naturaleza.

Gracias a su hábil aprovechamiento de las múltiples posibilidades que ofrece el mundo digital, su catálogo de pinturas y dibujos se encuentra dando la vuelta al planeta y al alcance de todos los interesados en conocerlos y adquirirlos, en el prestigioso portal Artelista.com, que da solidaria acogida a todos los artistas del orbe.

Seguro estoy de que luego de conocer sus pinturas, Usted, amigo lector se sentirá tentado a adquirir alguno de los vistosos aportes de este joven que desde Loma de Cabrera difunde las cosas bellas de nuestro país. Le aseguro que podrá contar en su hogar u oficina con una obra de arte de inigualable calidad, para orgullo propio y admiración de amigos y visitantes.

Apoyemos a este calificado artista, que pone muy en alto los valores más positivos de nuestra frontera y la línea Noroeste.

sergioreyII@hotmail.com
Enero 2, 2011; NYC.

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Una sola Palabra

BUCÓLICO

1. Adj. lit. Díc. del género de poesía o composición poética que canta la sencillez de la vida campestre. Teócrito es considerado su creador y Virgilio su máxima figura y modelo para los autores de la Edad Media.

2. adj.-s. idílico.