3 abr 2010

Cuánto duele estar lejos en Semana Santa!!



















Me sentaré, dócilmente, a la mesa solitaria. Llevaré con desgano a la boca los alimentos que con tanto amor preparó mi hermana para mí. Apuraré ávidamente los tragos de Frontera (Chileno, pero me encanta el nombre!). Frank Reyes martillea desde hace rato mis oídos con “Te Pienso” y “Sigo Vivo” y la absurda soledad de este cuarto termina por derrumbar mi resistencia cuando, con Rita Indiana, canto a gritos “La Hora de Volvé”.

Y en este Sábado Santo, vuelo, nueva vez, como lo hago siempre que estoy solo –yo que allá nunca lo estuve-, al terruño de palmeras y de emociones que no caben en el alma, a mi casa, a mi gente, a cielos y reinas.

Sé que Leongino, en el Bronx, Miguel Ángel en Ohio, Ricard en Illinois, Cristino en las tupidas selvas de Costa Rica y Oscar Pelanga, convaleciente en la Patria Chica, coincidirán solidariamente con mis nostálgicos sollozos. Papomena en Coral Gables, -cámara al ristre, pero melancólico-, y Ramón Helena, monitoreando el mundo desde su aldea virtual en el laboratorio digital de Monte Cristi, también entenderán mis motivos.

Triculí y LaXclusiva estarán dándose vida, siguiendo las incidencias playeras, los ‘ronconciertos’ artísticos y los más recientes bochinches del mundillo musical. Amaro estará atrapando voluptuosas curvas de lo mejor de nuestro patio para agradarnos –a todos- la vista. Y, de paso, estará tomando notas de las andanzas del ‘mondonguero’ o cualquier otra sabrosa infidencia cultural para sorprendernos más adelante con su ingeniosidad y picardía.

Lo demás: operativos de auxilio, estadísticas de Semana Santa, Las Siete Palabras y campaña política proselitista solapada, se la repartirán los jerarcas de la comunicación –esa es su misión!-; Todo ello junto a los denodados esfuerzos del COE, los abnegados muchachos de la Defensa Civil y la Cruz Roja y los operativos de la Z-101, por llevar salud, seguridad y sana diversión a la ciudadanía que abarrota las playas, balnearios y sitios de goce y descanso y transita por caminos y carreteras del país en estos días.

Mientras, yo sigo aquí, oteando hacia el sureste, en donde están mis múltiples quereres, añorando yaniqueques de los que hacen en Boca Chica y Najayo, pesca’o con coco de Samaná y un jarro bien grande de habichuelas con dulce, con batata, casabe y galletitas con crucecitas, pa’afincá. Y claro, la procesión hasta el Cristo del Perdón, tempranito en la madrugada, en Dajabón, para expiar pecados y aplacar veleidades.

Aquí, no se ve nada d’eso: tiendas abiertas, un bullicio infernal, gentes persiguiendo sueños con un pie aquí y el otro allá. Y todas, deambulando, con el alma contrita y una huella de nostalgia impresa en el triste rostro.

Es la vida; es NUESTRA vida.
Por mi parte, con el ánimo lleno de dominicanidad, miraré desde lo alto de la ventana de mi cuarto piso y transportaréme hacia mi terruño, al cielo inmenso y cálido de la Patria mientras veo el último video de Santo Domingo Invita; Sólo así seré feliz. El momento llegará, del reencuentro. Siempre llega!!

Que Dios bendiga y cuide a mi pueblo en esta Semana Santa que finaliza!!

Sergio Reyes II
sergioreyII@hotmail.com

Abril 3, 2010. 1:51 p.m. NYC.

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Una sola Palabra

BUCÓLICO

1. Adj. lit. Díc. del género de poesía o composición poética que canta la sencillez de la vida campestre. Teócrito es considerado su creador y Virgilio su máxima figura y modelo para los autores de la Edad Media.

2. adj.-s. idílico.