Por Sergio Reyes.-
Su
figura, un tanto escuálida, se irguió en el escenario, dispuesto, como
otras tantas veces, a exponer las razones y motivos por los que su
provincia amerita, en forma desesperada, la mano amiga de las instancias
estatales y el empresariado visionario, como forma de evitar el
inminente e inevitable colapso que se avizora en el horizonte.
No
le adornan los bríos juveniles que le llevaron a protagonizar, en los
años del balaguerato, innúmeras jornadas de luchas, movimientos
huelgarios y reclamos sociales, en beneficio de su región y de toda la
colectividad nacional.
Tampoco le anima el brillo ilusionista derivado de las expectativas de
redención alimentadas en el fragor de los certámenes electorales y su
fardo de candidatos de sonrisas maquilladas, promesas demagógicas y
ofertas de engañosas soluciones a los males de su pueblo.
Por
demás, los achaques y dolencias que han venido minando su salud en los
últimos tiempos tampoco le permiten exhibir la agilidad y energía que
lucía en el pasado, condiciones que le permitían hacer gala del don de
la ubicuidad, brillar en diferentes eventos a la vez y hacerse sentir en
cualquier escenario, sin dejarse doblegar por el agotamiento.
Sin
embargo, en esta histórica mañana en que Francisco Paulino habló de las
potencialidades de desarrollo de la provincia Elías Piña y los
múltiples males y obstáculos que dificultan el repunte de dicha
demarcación hacia el progreso, este legendario dirigente cultural y
comunitario sacó fuerzas de la nada para exponer, con demoledoras
palabras, la patética situación que agobia a dicha demarcación y a sus
moradores, condiciones que le han encasillado en los estamentos más
deplorables a nivel nacional, en materia de pobreza, insalubridad,
desempleo, analfabetismo y otros parámetros que sirven para evaluar la
condición socioeconómica del ciudadano.
La 3ra. Feria de Empresas Fronterizas, convocada por el Consejo de Coordinación Zona Especial de Desarrollo Fronterizo –CCDF-, estaba
en pleno apogeo, en la ciudad de Dajabón. Y junto a los funcionarios
oficiales, empresarios, representantes legislativos e invitados
especiales, Francisco Paulino asistía al cónclave no solo como vocero
oficial de la Fundación Pro Desarrollo Cultural, Educativo y Social de la Frontera –FUDECESFRON, Inc.-,
sino que, en la ocasión, se le había confiado la representación del
Ing. Adriano Sánchez Roa, Senador por la Provincia Elías Piña.
Por tanto, aquella mañana del 29 de Octubre de 2011 en que el representante del sur profundo
dominicano hizo uso de la palabra en el auditorium de la Universidad
Tecnológica de Santiago -UTESA/Dajabón-, nos dispusimos a escuchar, con
la contundencia, claridad y sinceridad que le reconocemos a Paulino, la
radiografía de la problemática que afecta a la depauperada región de sus
desvelos.
Y
nos habló de la historia de su provincia, la belleza de sus tierras y
sus gentes y el potencial agroindustrial que yace dormido por falta de
carreteras, la indolencia de nuestros gobernantes y la falta de
iniciativa de parte de empresarios e inversionistas locales preñados de
fe y dispuestos a acudir en auxilio de su región. Con
palabras viscerales, que brotan con dolor de las entrañas, presentó al
auditorio las penurias padecidas por los pequeños productores, quienes
cada año pierden el fruto de sus cosechas por falta de caminos y
carreteras adecuados que les permitan colocar el fruto de sus esfuerzos
en los mercados y puntos de venta de las grandes poblaciones.
Por
momentos, sus palabras se elevaban como gritos de indignación para dar a
conocer a los allí presentes aspectos desgarradores como el hecho de
que, siendo Elías Piña uno de los principales productores de guandules a
nivel nacional, en la actualidad se pierde la mayor parte de las
cosechas de esta importante leguminosa por falta de transporte adecuado
hacia las grandes poblaciones y, lo que es peor, ni el Estado ni el
sector privado se han motivado a fomentar la siembra científica y en
gran escala de este rubro, en adición a su procesamiento industrial con miras a satisfacer la demanda nacional y aprovechar los beneficios del comercio de exportación.
Por
la gravedad de sus palabras pudimos conocer las limitaciones que
aquejan a esta apartada provincia dominicana, entre las que resalta el
hecho de que la mayoría de sus poblados no tiene
comunicación directa con el municipio cabecera, ya que el principal
punto de enlace es a través del Cruce de Matayaya, perteneciente a la
Provincia San Juan de la Maguana, lo que obliga a recorrer un largo
trecho de carreteras que podría salvarse de existir vías y caminos
adecuados, que facilitaren el desplazamiento interno, entre las
comunidades de la propia provincia.
Otro tanto ocurre, según explicó el activista cultural y comunitario, con el Distrito Municipal de de
Río Limpio, adscrito al municipio de Pedro Santana. Debido a iguales
razones de ausencia de vías de comunicación, todas las diligencias y
transacciones comerciales, legales e institucionales realizadas por los
moradores de dicha demarcación, han de ser efectuadas en los municipios
de Restauración o Loma de Cabrera, pertenecientes a Dajabón. Todo ello
por la carencia de un camino adecuado que, a lo sumo, ha de contar con
no más de setenta kilómetros.
Y
pensar que mientras los humildes moradores de estas depauperadas
regiones de la Patria se debaten en la más extrema pobreza, a la espera
de un apoyo estatal que nunca llega, los dineros de las arcas de la
Nación se vuelcan a manos llenas para apadrinar la construcción de
túneles, metros, autovías, autopistas eléctricas, vías panorámicas,
parques multimodales y otros engendros del modernismo y la
dilapidación!!
Todo
ello en aras de un supuesto desarrollo que prioriza ciertas urbes,
áreas y regiones, concentrando grandes capitales en éstas, mientras
desatiende de la forma mas inconsecuente las necesidades básicas de la
frontera dominicana y otras zonas de extrema pobreza.
La
entereza que caracteriza la personalidad de Francisco Paulino así como
la solemnidad de que estaba revestida su brillante exposición, impidió
que prorrumpiera en llantos mientras explicaba con lujo de detalles la
patética situación por la que atraviesa su provincia y la orfandad y
descuido en que se encuentra postrada en el presente a causa de la
desidia de los gobiernos -presente y pasados-, que hemos padecido los dominicanos.
Sin
embargo, en los rostros de varios de los allí presentes y haciendo
mutis del protocolo, hubo de exteriorizarse la rabia e indignación por
la ocurrencia de estos males que agobian a los hermanos fronterizos, mas
aún cuando parte de esos males afectan por igual a casi todas las
provincias de la franja limítrofe.
El
limitado periodo de exposición no le permitió a Paulino enfocar a
profundidad otros aspectos de la problemática que afecta a la Provincia
Elías Piña. Dada la compleja situación que embarga a las provincias de
esta región de la Patria, sería imposible elaborar un diagnóstico de
todos sus males en una sola tanda y al mismo tiempo recomendar
correctivos y soluciones.
Esa,
es una ardua tarea en la que han de estar involucrados todos los
hombres de buena voluntad, dispuestos a aportar su esfuerzo y sacrificio
en pro de la mejoría socioeconómica de su país y su región.
Los
pueblos y sus dirigentes naturales desarrollan experiencias y
metodologías a partir de la vida misma y el ejemplo ofrecido
recientemente por los comunitarios de San José de Ocoa al asumir por vía
propia la solución a uno de los males que les venía agobiando por años
es lo suficientemente aleccionador de todo cuanto puede hacerse si se
aúna el esfuerzo y la voluntad.
El
esforzado activista cultural Francisco Paulino puede estar seguro de
que no ha de estar solo, cual Quijote enfrentado a ilusorios molinos de
viento, en su ardua lucha por la solución a los males ancestrales que
agobian a su provincia y al resto de la región fronteriza: el clamor de los guandules ha de retumbar en cada rincón de la Patria.
Santo Domingo, Noviembre 2, 2011.
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