18 ago 2010

Pleito con el Bocón del Barrio

Por Enriquillo Frias

No se por qué, cuando leo Boquechivo del Diario Libre recuerdo siempre al Bocón del barrio donde vivía en mi niñez, ese bocón alto, atlético, ruidoso, apabullaba a los más débiles y competía con los más fuertes, iba siempre a los grupos y hacía un "debarata grupo", nunca hacia "yuca" para jugar nada, no respetaba los turnos, quería ser siempre el protagonista en todo, le daba sus "cocotazos" a los menorcitos, cuando voceaba con su gran boca temblaba el lugar, era un perfecto "tiguere gallo" y yo siempre desde las gradas más altas observaba como el imponía sus normas, marcaba las pautas, utilizaba el recurso del miedo, siempre me desagradó, pero yo no tenía ni cuerpo, ni experiencia en pleitos suficiente como para hacerle frente, pues desde pequeño fui muy idealista las lecturas de Memín, Condorito, Conan el Bárbaro, Samurai, Archie, los Viajes de Gulliver y un sinnúmero de libros que no me habían dado aún el tigueraje que se necesitaba para hacer callar al bocón del barrio que por cierto le decían el "loco manso", nombre que carecía de coherencia por las cosas que hacía, pues manso era lo que menos era, loco sí y uno de sus placeres era interceptar a los más débiles cuando iban al colmado para darles su páliza, no fueron una ni las dos veces que mi primo Felipe que está en New york hoy en día, llegaba a la casa con un ojo apagado después el "loco manso" le daba su "salsa" cada vez que pasaba por ahí, como que le había cojido con el para usarlo de tambora.

Mi abuela siempre nos decía que si nos dejábamos dar nos "remataba" en la casa, que sacáramos "de abajo" y que no nos dejaramos dar de nadie, tendríamos algunos escasos 11 o 12 años en aquel entonces. El temor de la Pela de la abuela si me dejaba dar, que casi era un hecho seguro, tomando en cuenta que el "loco manso" peleaba diario, en casi todos los pleitos ganaba y yo solo veía las peleas de Van Damme, o de Rocky Balboa en la T.V. a ver si aprendía algo, siempre fuí más enamoradizo e idealista que un peleador, ya después de la adolescencia fue que tuve que "sacar de abajo" en varios pleitos y aprender a pelear como debe de ser, pues esa vida bohemia donde está la presencia del alcohol y mujeres lindas hay que aprender a ser "tiguere" por las buenas o por las malas" sino te ligan la muchacha que te gusta y fácilmente te dan tus "pescozones".

Inventaba una estrategia de como declararle la guerra al bocón del barrio, hasta que conseguí la estrategia perfecta...me preparé varias semanas antes, hice lagartijas, troté, tiraba trompadas mirándome al espejo, traté de inventar mi grito de guerra como "grrrr!!!, o AAAAAAA, o mejor como Julio César "La suerte está echada"!!! (esto último sonaba muy teórico y pendejo para la envergadura de la pelea) pero en fin, lo que quería era intimidar, pues me habían dicho que los pleitos se ganaban 50% boca, y 50% pelea y creánme que en algo resultó...cuando llegó el día de la pelea me puse mis pantaloncitos cortos, mis converse, una franela de las de "hoyitos" de la época, quería darle una paliza para hacerme respetar a mi y a todos los que nos tenía en zozobra, bajé a jugar pelota y como siempre ahí estaba haciendo ruido el bocón del barrio, implantando sus normas empujando a los más pequeños queriendo jugar a la mala, pero ese día yo no estaba por aguantar "vainas". Cuando baje me puse a hacer mi turno para jugar pelota con una bola de "medias" que hicimos y pasaron dos o tres juegos, pero como siempre, cuando el "loco manso" perdió no se quería salir del juego y esa vez dijo que nadie lo sacaba o que mejor "desbarataba el juego!!!!!", cojió el palo de escoba que era el "bate" le dio con el a una pared para romperlo en varios pedazos, eso me hirvió la sangre, entoces le vociferé "oye, loco manso del diablo tu te sales Ma....n o te saco a la mala c..o", sudé frío, tenía la adrenalina alta y el corazón que se me iba a salir del pecho, era una lucha como de David contra Goliat...cuando este se avecinaba sobre mí dije dentro de mí mismo "a lo que coja mi bon" como tirándome al olvido, despiediéndome del mundo, pero....por obra y gracia del espiritu santo todos se interpusieron y le hicieron el frente, ahí se puso buena la cosa, pues por más guapo que usted sea la unión hace la fuerza y el no iba a poder con todos, intentó cojer varias piedras y todos cojimos piedras, se vio entre la espada y la pared, tuvo que irse vociferando cuanto improperios le venían a la cabeza con el rabo entre las piernas, pensé me salvó la campanita!!!!.

Desde ese día el "loco manso" cada vez que se rebelaba todos le dábamos el frente, una que otra ocasión nos tiramos piedras sin lograr dar con el blanco, el "loco manso" tuvo que amansarse, pasaron los años y hasta amigos nos hicimos, de hecho bebimos juntos dos o tres viernes de bohemia, nunca le interesaron los estudios, terminó el bachillerato a empujones después de quemarse muchas veces, nunca fue a la universidad, hace poco lo ví en una jeepeta, a lo mejor está pegado en el gobierno, parece que su papá es un "turpén" y le consiguió "alguito", el bocón "loco manso" andaba con un mujerón envidiable al lado y tan solo pensé "quien lo diría!!!"....la verdad la moraleja se las dejo a ustedes mismos que la saquen yo ya tengo la mía.

Aprendí a "sacar de abajo" y no dejarme intimidar, que los boches de mi abuela sirven de algo de vez en cuando, que la unión hace la fuerza, que por más guapo que usted sea llega un momento que del miedo uno se mea!!, que la vida es una paradoja, no muchas veces lo que más estudiamos y nos fajamos somos lo que al final estamos mejores, que todo el mundo no nació para el estudio y que en la vida hay tantas anécdotas y recuerdos de las se pueden sacar un Viernes de Bohemia, así que nada mis queridos taínos, bohemios, locos, pasen buen fin de semana, cuidense por ahí, porténse bien sino comporténse por lo menos.

Aquel bocón del barrio que rugía y a los menores asustaba,
pánico tanto causaba que hasta un niño se frustró un día.
Hasta que una tarde de "pelota"un carajito se incomodó
cojió un palo y lo apretó al bocón amenazó
todo el mundo se río desde los grandes hasta los chiquitos
y hasta voció un carajto,que el "bocón se plumió!!!!

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Una sola Palabra

BUCÓLICO

1. Adj. lit. Díc. del género de poesía o composición poética que canta la sencillez de la vida campestre. Teócrito es considerado su creador y Virgilio su máxima figura y modelo para los autores de la Edad Media.

2. adj.-s. idílico.