Por Sergio Reyes II
“ … el dolor de la despedida, arrebatada por las oscuras sombras del poder”; GG
Hace unos años publiqué un relato en el que hago mención de luchas, abominaciones y martirologios que tuvieron como escenario el territorio de la Provincia Dajabón, en la etapa felizmente superada de la dictadura ilustrada de los ‘Doce Años’ (1966-1978) encabezada por Joaquín Balaguer en la República Dominicana.
Dicho escrito, elaborado con los artificios de la realidad-ficción, hace un enfoque, más o menos aproximado, de lo que ha sido posible desentrañar en relación al apresamiento-encarcelación-asesinato del dirigente político de filiación izquierdista Henry Segarra Santos, a fines de julio de 1969, hecho que, a partir de los informes presentados y evidencias halladas en el curso del proceso investigativo, fue perpetrado en el interior de la Fortaleza Beller, de Dajabón, en una criminal acción dirigida personalmente por el comandante de dicho recinto carcelario, José Demetrio Almonte Máyer -un nefasto y sanguinario personaje de ingrata recordación en toda la región, por su arbitrario comportamiento-, quien, a todas luces, actuaba movido por ‘órdenes superiores’ provenientes de los entretelones del poder, enquistados en la ‘silla de alfileres’ del gobierno balaguerista de entonces.
Además de resaltar la templanza, la convicción, las altas dotes dirigenciales de Henry Segarra y el inmenso significado de su entrega a la causa de los desposeídos del mundo y de manera especial a los campesinos sin tierra de El Pino, dicho relato constituye un homenaje a la abnegación y valentía demostrada por la esposa del citado dirigente político del Movimiento Popular Dominicano –MPD-, quien, unas veces junto a la madre de éste, otras en compañía de periodistas, representantes judiciales, de entidades progresistas, gremiales y comunitarias, y las más de las veces sola, desarrolló una enconada, tenaz y consistente campaña de denuncia y reclamo ante la opinión pública nacional e internacional en reclamo del esclarecimiento de la sospechosa e inquietante ‘desaparición’ de su consorte.